Las investigaciones realizadas por Arizpe y Styles, comprobaron lo que muchos adultos pasan por alto. La capacidad de los niños para decodificar imágenes. Pero no solo esto, ellos tienen la capacidad de sumergir los textos (escritos y visuales), con la realidad que viven. Esto a su vez es una reflexión para establecer qué lugar están ocupando los libros-albumes.
Esta investigación cuenta con el resultado de establecer de qué maneras hacemos reflexionar a nuestros alumnos-niños, sobre los textos escritos. Al parecer todos tuvieron un impacto afectivo mayor, cuando a ellos mismos se les pidió que dibujaran con su propia imaginación los textos vistos, tanto los de Browne como los de Kitamura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario