miércoles, 29 de febrero de 2012

Interpretación de "Lecturas y Escrituras vividas: una Formación de Sentido"

Todos nuestros sentido (olfato, vista, tacto, gusto y otros), están conectados con nuestro cerebro que decodifica los mensajes de estos sentidos y nos hacen vivir imágenes y momentos, imaginar cosas nunca antes pensadas. Creo que esa es la relación que se encuentra en este escrito autobiográfico. Es decir, los sentidos hacen reales los recuerdos de sus libros: las lecturas empiezan con sonidos, los olores inician un acercamiento con el texto escrito. Puede que muchos escritos de estos libros no se recuerden de memoria, pero sí se recuerdan que existen por causa de los sentidos que los descubrieron y los exploraron.

Por otro lado, las relaciones entre la lectura la escuela y la universidad, son diversas. Cada circunstancia varía por cada persona. Lo cierto es que la escuela es un terreno incierto, y a veces, hasta infructíferon para cultivar la lectura y la escritura. La universidad también lo es. No todos los estudiantes universitarios saben leer y escribir, y espero que se me entienda por lo que acabo de decir. No por que no sepan, entonar sílabas, sino por que no se sabe analizar, relacionar ideas, sacar conclusiones y hasta sentir la lectura.

Y aunque la escuela no sea un campo fructífero en muchos casos para la lectura y la escritura, la familia (casa) y los amigos sí lo pueden llegar a ser. Eso lo demuestra la autobiografía de la cual estamos comentando.

Todo libro y escrito, todo escritor y palabras pueden tener influencia para nuestra vida. Nos pueda dar el concepto de vida que queremos elegir para concebir nuestra vida. Pero también alteran nuestros sentimientos de felicidad o depresión, seguridad o incertidumbre.

El acto de escribir no es algo fácil, en opinión de muchos, pero cuando se escribe, se ve uno en la obligación de imaginar y analizar. El texto nos lo comprueba. En coclusión los sentidos nos pueden hacer descubrir el acto de leer y escribir, no por obligación sino por pasión.

Carlos Saavedra.

jueves, 16 de febrero de 2012

Mi propia Biografía

Los primeros años de mis lecturas

La escuela me dijo que tenía que leer. La casa me hizo amar la lectura. Para muchos, la lectura es una actividad meramente escolar, que se requiere para cumplir con los requisitos de esta o aquella materia. Sin embargo, para mí mis vivencias con la lectura nacieron en casa. En mi casa siempre hubo y han habido libros. Extrañamente, si lo puedo llamar así, los libros con los que estuve familiarizado no son libros propiamente diseñados para un público de niños, sino de adultos, a excepción de unos pocos.

Recuerdo que uno de ellos se titula: "La vida... ¿Cómo se presentó aquí? ¿Por evolución, o por creación? Y aunque con mi corta edad no era posible entender esta información nunca olvidaré las ilustraciones de este libro: fósiles, animales, bellos paisajes, grandes galaxias y nebulosas, las estaciones, la Inquisición católica, la construcción de los nidos de ciertas aves... en fin. Reflexiono después de muchos años que en el fondo siempre comprendí en lo más básico de que hablaba el libro. Creo que esta relación entre los dibujos y mis ojos me abrieron la mente aún sindo un pequeño. Y tal como un niño siempre le pide a su padre que le deje ver una y otra vez sus dibujos animados, yo siempre veía y re-veía este y otros libros, que por cierto aún leo.

Mi padre que en su juventud creyó que el comunismo era la solución para los problemas del hombre, siempre nos habló de las lecciones de la historia. Propiamente, estos espacios no eran una lectura rígida entre los libros de historia y yo, pero estas conversaciones eran como si lo fueran. Conocí tantos lugares... la Alemania divida por el muro de Berlín, la Rusia rural, el Tolima ensangrentado por la guerra de el país en donde nací... en fin muchas lecturas sin una sola grafía. Estas conversaciones que teníamos mi padre mi hermana y yo, me hicieron amar los libros de historia. Claro, puede que no sean literatura, pero conocí primero la historia y no la literatura.

Pasan los años, la poesía hace entrada en mi vida, entra junto con amigos a quienes estimo, junto con una tierna mujer que actualmente es mi esposa, quien también ama la lectura. 


Claro también han estado mis libros de literatura infantil. Recuerdo con mucho cariño un libro que leí en segundo de primaria: "El oso que no lo era", de Frank Tashlin. Que siempre me recuerda que hay ocasiones en la vida en que disfrutamos de ser algo, pero que otros nos hacen creer que no lo somos como si la verdad de quienes somos cambiara. Este libro también despertó mi gusto por los dibujos, era un libro de muy poca y escritura, pero de grandes y divertidísimos dibujos.

Es un libro que nunca olvidaré, aún lo tengo, pero claro, mi única y querida sobrina lo tiene en estos momentos. Creo que ese libro forjo mi amor por cosas que son difíciles observar en las grandes ciudades. Pero recuerdo a ese tranquilo oso, mirando el cielo y ver a las aves emigrar con lo que ya sabía que el invierno de su vida estaba cerca. Esta biografía no es muy cronológica, me es difícil hacerlo. Pero sé que la poesía la encontré sola. O quizás de manera insospechada. Una gran amiga mía que desde niña ha leído su amada poesía, resultó hablando conmigo de poesía. Recorrimos tiempos, lenguajes y países: lo hebreo, los Salmos y el Cantar de los Cantares; la España del siglo XIX: Gustavo Adolfo Bécquer. Hasta las certeras afirmaciones de el inglés Blake y su tigre brillante. Sin olvidar Colombia, la Bogotá pequeña y fría de los días de José Silva. Pasando por sus nocturnos hasta las voces de Gabriela Mistral. En fin, son estas poesías las que entraron en mi imaginación y me han dado grandes momentos.








Espero poder recrear algunos de esos momentos con estas fotografías.
Buenas Tardes Apreciados lectores